martes, 14 de junio de 2011

Fragmento de "Muertos de papel"

"Mis planes para la vejez no contaban con el amor. No quería ver a nadie declinando junto a mí siendo al mismo tiempo testigo de mi declive. Había decidido vivir en el campo, leer, pasear y llegar hasta el pueblo cada noche para tomar una copa con los marineros o los campesinos, eso estaba uún por determinar. Me compraría un gato lustroso, un perro simpático. Me negaba a que alguien me recordara las miserias de lo cotidiano dejándose el dentrífico abierto, o sorbiendo la sopa, o quejándose de dolores musculares antes de meterse en la cama. Hay una cierta elegancia en la soledad, hasta que la muerte te separa del mundo".

lunes, 13 de junio de 2011

Fragmento de "Un Barco cargado de arroz"

"Y bien, ya estaban todos los disparates perpetrados: ofensa innecesaria a un pobre viejo loco por causa del sismple mal humor, discusión sentimental a gritos con un tipo que apenas conocía y omisión de ayuda a un compañero en un asunto personal. ¡Perfecto! ¿Qué me quedaba por hacer: dar un patada a un perro, arrearle un mamporro a una anciana, escupirle a un bebé? Miré el trozo de carne que esperaba paciente una resolución culinaria sobre la superficie de madera. Me pareció un lamentable guiñapo sanguinolento que no me apetecía ni tocar. ¡Al infierno con las delicias grastronómicas!, pasaría a la segunda parte del plan: whisky, música y lectura sentada en el sofá".

Fragmento de "Historia de una maestra"

"Siempre que me pongo a recapacitar sobre aquellos pueblos de mi juventud lo primero que me viene a la memoria son los olores, los colores, las sensaciones más elementales. Aunque yo diga: pensaba esto o lo otro, seguro que no era así, seguro que eso me lo imagino yo ahora, al paso del tiempo. Pero de lo que sí estoy segura es de las sensaciones. Por  eso cuando hablo de la visita del Alcalde vuelvo a sentir el olor y el frescor de aquella noche".