miércoles, 16 de marzo de 2011

Fragmento de "Esperando a los bárbaros"

"Tiene el rostro desnudo, demudado, acaso por la luz azul de la luna, acaso por el agotamiento físico. Contemplo sus prolongadas y pálidas sienes. Recuerdos del delicado pecho de su madre, del tirón en su mano de la primera cometa que hizo volar alguna vez, así como de esas íntimas crueldades por las que le detesto , hallan cobijo en esa colmena....Articulo las palabras y observo que las lee en mis labios:  - NOsotros mismos debemos padecer la crueldad que llevamos dentro- le digo. Asiento y una y otra vez con la cabeza para recalcar bien el mensaje-.  No los demás."

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando el hambre nos corroa de verdad, cuando pasemos frío y estemos famélicos, o cuando el bárbaro esté realmente a las puertas del pueblo, tal vez entonces renunciaré a la palabrería de un funcionario con ambiciones literarias y empezaré a contar la verdad.